sábado, 9 de abril de 2011

Cómo eres

Desde hace ya un tiempo disfrutamos en la oficina de las ínfulas de una dama de medio manto. Una valoración injusta por mi parte, dado que apenas la conozco, aunque la única vez que la oí hablar rogué que lo próximo que llegara a mis oídos fuera el sonido de un disparo.

La opinión mayoritaria acerca de la muchacha, a la que llamaremos Ruperta, es que es tonta. También hay quien piensa que no es que sea tonta, sino que se lo hace. Lo cual, según un amigo, la convierte en tonta. Lo cierto es que, si realmente está interpretando un papel, el Óscar que le dieron a Tom Hanks por su papel en Forrest Gump debería cambiar de manos.

Precisamente en esa película cuenta el protagonista:

«Mi madre siempre decía que tonto es el que hace tonterías»

¿Qué define a una persona? ¿Cuándo decimos que es tonta, o generosa, o que está loca? ¿La definen las acciones, o lo hacen sus motivaciones, sus pensamientos, sus sentimientos?
Pensamientos y actos no siempre van en la misma direccion (creo que los humanos somos unos miedicas hipócritas consagrados). Las motivaciones o los propósitos de nuestras acciones no siempre tienen el resultado esperado. A veces obramos con la mejor de las intenciones y acabamos hiriendo un ser querido.

A mi juicio, al principio nos formamos una impresión basándonos en lo que podemos ver: los actos. Pero ¿qué pasa cuando los actos pueden llevar a conclusiones opuestas? Ruperta tiene una carrera universitaria (para mi exposición asumiré que obtuvo el título a base de hincar codos, y no rodillas). Así que tal vez sí que sea lista en el fondo.
Si alguien te dice que es tu amigo pero no actúa como tal ¿es realmente tu amigo? Quizá es que cada uno tenga visiones distintas sobre cómo debe portarse un amigo. Desde su punto de vista, él es tu amigo. Desde el tuyo, no. ¿Quién tiene razón? Si alguien te dice que te quiere pero obra de forma incluso contraria a sus palabras ¿es posible que de verdad te quiera, pero que haya algo que le esté obligando a portarse como lo hace?·

Pasa el tiempo y vas conociendo a esa persona. Ahora «sabes» cómo piensa y cómo actúa. ¿No cambiará eso la interpretación de sus actos? Mi mejor amiga me valora como persona, a pesar de que me porto como un cretino. ¿Es correcta su apreciación?

He obviado tanto nuestros sesgos a la hora de formarnos opiniones sobre los demás, como el contexto en el que tienen lugar las acciones. Lo que me pregunto es si hay una forma objetiva de definir a una persona. Me pregunto si es tonto el que hace tonterías.

P.S: En su Ética a Nicómaco, dice Aristóteles:
«es acertado decir que el hombre se hace justo por el hecho de realizar acciones justas y templado por realizarlas templadas; y también que como consecuencia de no realizar éstas nadie podría ni siquiera estar en disposición de ser bueno. Sin embargo, la mayoría no llevan esto a la práctica, sino que se refugian en la teoría y creen que son filósofos y que así van a ser virtuosos, obrando de manera parecida a los enfermos que escuchan atentamente a los médicos, pero no hacen nada de los que se les prescribe»
Parece, pues, que para el estagirita, actuar de una cierta manera es necesario para considerar que la persona es realmente de esa manera.