domingo, 1 de mayo de 2011

La cadena del (des)amor



Resulta que Macarena está enamorada de Eustaquio, que se la beneficia con regularidad, pero que de quien está realmente enamorado es de Casandra, la cual se deja querer pero sigue con su novio Godofredo, con el que es muy feliz. Muy posiblemente pulule por ahí un pobre Rodolfo que pretenda sin éxito a Macarena, y mucho me temo también que Godofredo anda sembrando en campos ajenos.

Por otro lado tenemos a Mario y a María, que viven juntos desde hace años. María está en el radar de Blas y Gus, los cuales son convenientemente ignorados por la susodicha, ya que los esfuerzos de ésta se centran en mejorar su relación con Mario, el cual se dedica mayormente a trabajarle la bisectriz a toda aquella con la que se cruza, lo que ha tenido como efecto colateral que Amagoia se quedara prendada del colega, soñando que Mario quería de ella matrimonio y no solo su vagina. Pero ella es más fuerte que la realidad, así que no ceja en su empeño y continúa persiguiéndole.

También está Valentina, que ronda a Demetrio, el cual pasa muy mucho de ella, ya que desde que Ramona le metió el corazón en la picadora el muchacho se dedica a conquistar el mayor número posible de plazas con el mínimo compromiso, que hay mucha hija de puta suelta.

Por su lado, Florentino queda con cantidad de tordas, pero hete aquí que ellas solo quieren que les dé con la de mear, lo cual es un fastidio para él, ya que busca un compromiso serio.

Por último tenemos a Bulma, que lo dejó con su novio de toda la vida y acabó en brazos de Samuel, historia que no cuajó, así que ahora se baja en cada parada para ver si es allí dónde quiere estar (nunca está conforme), mientras sus dos ex-novios dos la persiguen como patitos, enhebrando, eso sí, todo lo que pueden mientra dura la operación de acoso y derribo.

Y mientras tanto, aquellos a los que no quiere nadie rondan las cercanías del espectáculo en espera de la carroña que nunca probarán. Un brindis por ellos. Seguid intentándolo... o no.