Cuando no pude ayudar a mi amigo, pensé que se debía a que no hizo caso de mis consejos.
Cuando no pude ayudar a otro amigo, creí que no puso suficiente empeño en su recuperación.
Cuando no pude ayudar a mi madre de nuevo, razoné que ella no había aprendido nada.
Cuando no pude ayudar a mi hermana, supuse que fue porque ella era demasiado blanda.
Cuando no pude ayudar a mi amiga, imaginé que en su caso yo no podía hacer nada.
Cuando no pude ayudar a otra amiga, me di cuenta de que jamás había logrado ayudar a nadie.
Cuando no pude ayudar a mi padre, empecé a atisbar un patrón.
Cuando lo puse todo junto, la muestra era ya muy grande y resultaba obvio que el problema era yo.
Cuando lo único que puedo hacer por una de las personas que más quiero en el mundo es echarme a un lado para no estorbar y no empeorar la situación, entonces es evidente que he fracasado como persona.
Foto de mabelzzz |
Pues si no es por ti hace 3 años sigo en la mierda! la de collejas figurativas que me llevé ; )
ResponderEliminarNo digas eso, seguro que no es verdad. A veces las personas no admitimos ayudas, tan sólo una compañía , una presencia amiga, y poco a poco ir encontrando nuestro camino, nuestra solución. Cuídate mucho, por favor.
ResponderEliminarTu ayuda no pasa desapercibida y lo verás con más claridad cuando pase esta tormenta que espero que no tarde en marcharse, porque además de merecerte ser feliz, las personas que te admiramos, valoramos y sobre todo te queremos, te necesitamos. Besos.
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