Martín se acercó a hablar con la persona que debía tratar el último caso que había llegado al sistema de gestión de incidencias. Le explicó lo sucedido, las comprobaciones que sería bueno hacer y algunos detalles más que consideró le serían útiles al encargado de resolver el problema. Cuando terminó de hablar, el individuo al que se había dirigido levantó su cuaderno y enseñó a Martín lo que había estado garabateando mientras Martín hablaba. En la hoja ponía: «no estoy aquí para atender tus tonterías».
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Huye
El primer consejo es obvio: si las personas que te rodean en el trabajo te amargan la vida, cambia de trabajo. No esperes. Los consejos siguientes, aunque pueden hacer soportable el día a día, no deberían disuadirte de buscar una salida definitiva a esa situación de abuso.Cambia cómo ves las cosas
Modificar la actitud frente a los acontecimientos puede ayudar a reducir el daño. Evitar culparse a uno mismo por cómo está siendo tratado o ver las dificultades como algo temporal protegerán tu salud mental.
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Jacinta acudió por enésima vez al puesto de trabajo de la persona que debía haberle entregado cierta información bastante tiempo atrás. Cuando volvió a reclamársela, el susodicho se puso en pie y empezó a gritar a Jacinta en mitad de la oficina, acusándola entre otras cosas de mentirosa.
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Espera lo mejor, asume lo peor
No esperes que el comportamiento de ese gilipollas cambie, de modo que mantén bajas tus expectativas en lo atinente a un cambio de actitud. Sin embargo, sé optimista en lo que se refiere a cómo te afectan sus malos modos. Piensa que siempre saldrás bien parado de la situación, emocionalmente ileso.Desarrolla indiferencia y desapego emocional
Como dice el autor, aprender a que todo te importe una mierda en ciertos momentos no es el tipo de consejo que uno puede esperar en un libro sobre negocios, pero es una cualidad útil para sacar lo mejor de una mala situación. Si te están oprimiendo o humillando, preocúpate lo menos posible de los gilipollas responsables. En lugar de ello piensa en cosas placenteras lo más a menudo que puedas. Céntrate en llegar a la hora de salir o en lo bueno que tengas ese día. Hay ocasiones en las que lo mejor para tu salud mental es que todo te resbale.Busca pequeñas victorias
Para sobrevivir necesitas sentir que controlas tienes el control. Una forma de lograr esa sensación de control, según Sutton, es llevar a cabo pequeñas acciones que reduzcan tu exposición al veneno de la gente. Construir refugios (ver más adelante) o ayudar a alguien que esté en la misma situación es bueno para ti. Si no puedes ganar la guerra contra ese cabrón empieza a buscar las pequeñas batallas que puedes decantar a tu favor.
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La jefa de departamento ordenó a Fortunata y Dorotea que se ocuparan del papeleo entrante de forma alterna. Fortunata hizo caso omiso y empezó a asignarse todas las tareas entrantes, incluso aunque debido a la carga de trabajo tuviera que dejarlas paradas en su mesa durante días o resolverlas malamente. Solo se dirigía a Dorotea para concitar a unos compañeros frente a otros, pontificar acerca de la profesionalidad o recriminarle a Dorotea las ausencias de su puesto, aunque estas se debieran a necesidades fisiológicas. Su tono siempre era acerbo y condescendiente. En la revisión anual de competencias la jefa de Dorotea le bajó la nota, que hasta entonces siempre había sido la más alta.
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