lunes, 4 de noviembre de 2013

Gestionando humanos (II)

Buenas,

Por petición de mi colega Silvio, voy a tratar de contar en las siguientes líneas lo que ha sido mi experiencia de los últimos dos años “gestionando humanos” (tal y como lo llama mi también colega Mario) o siendo “da boss” y luego el “mecha boss” (tal y como algunos de mis mismos compañeros me
llamaban). Antes de nada, coincido con Mario en que ha sido (y es) en su mayor parte una experiencia muy gratificante, aunque nos hayan tocado las vacas flacas y hayan caído compañeros por el camino. Para mi, algunas de las claves que han hecho que la experiencia haya sido, como decía, gratificante, son las siguientes:

1.- Respeto: “Es agradable ser importante, pero es más importante ser agradable”. Que seas jefe no significa que estés por encima de nadie. De hecho, gran parte de tu trabajo es quitar obstáculos del trabajo de los demás. Me sorprende la gran cantidad de gente que confunde educación y afabilidad con blandura. Que no esté de acuerdo con un comercial, con una persona de mi departamento o con mi director no significa que sea gritón, ni faltón, ni borde, ni condescendiente. Como siempre me ha dicho un tío mio “fortiter in re, suaviter in modo”.

2.- Comunicación: Como comprobé en mis propias carnes siendo implantador, una de las cosas más importantes para trabajar medianamente a gusto es saber por qué y para qué estás haciendo lo que estás haciendo. Que te manden a hacer tareas más o menos genéricas en lapsos de tiempo no muy bien definidos (y por supuesto siempre más cortos de lo debido) sin previo aviso no es una cosa que haga mucha ilusión. Por otra parte creo que es importante hacer a todo el mundo partícipe en la medida de lo posible del proyecto global en el que está inmersa la empresa/departamento/proyecto en la que trabajan, hacer que sientan que forman parte del mismo y que se cuenta con ellos. Para esto lo principal es comunicar, comunicar y comunicar. Caso aparte que da para un post entero es la comunicación horizontal entre distintas áreas de la empresa y todo lo que podría dar de sí.

3.- Buen rollo: En la medida de lo posible, trabajar con alegría y crear buen ambiente. Al fin y al cabo, pasamos 8 horas del día (y muchos días más) en el curro con nuestros compañeros, así que más vale que nos lo tratemos de montar bien y tener buen rollo porque si no no aguanta el ambiente ni Dios, y enlazado con esto está el siguiente punto que es…

4.- Flexibilidad: Al final como jefe lo que te interesa es que los temas que tienen que salir, salgan, no que la gente caliente la silla de 8 a 6. Mientras todo el mundo arrime el hombro para que los proyectos se completen en tiempo y forma, flexibilidad con los horarios, por supuesto siempre dentro de unos márgenes que no afecten a la equidad del departamento. Al final sabes que vas a tener que pedir muchas veces un extra a tus colegas en tiempo y esfuerzo, pero claro, eso funciona en ambos sentidos. Si la empresa responde ante la gente dándole tiempo, la gente responde ante la empresa dándole tiempo también. Quid pro quo, Clarisse :P

5.- Asumir que vas a tener que tomar decisiones: Y que una parte no desdeñable de estas no te va a gustar :( pero es así. No se puede querer ser jefe y no querer tomar decisiones. Es una de las razones más importantes por las que en principio cobras más que un soldado raso. Además, acostumbrarte a que no vas a tener mucho tiempo para elegir la opción “menos mala”.

En realidad he de decir que mis compañeros de departamento me lo han puesto muy fácil siendo una gente de p.m. Honraos, trabajadores, colaboradores y echaos “palante”. Si tienes un buen equipo, tienes prácticamente todo el trabajo hecho, lo único que hay que hacer es no cagarla (demasiado) y todo saldrá de verdad, de deporte.

Un placer, compañeros del metal.

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