lunes, 29 de diciembre de 2014

Un año de libros (edición 2014)

Metidos en estas fechas, gusto de traer la sólita serie de recomendaciones literarias, sin ningún orden en particular. Como siempre, la relación completa de libros puede consultarse en nuestra estantería de Anobii.

Foto de Abhi Sharma

“23 cosas que no te cuentan sobre el capitalismo”, de Ha-Joon Chang. Ha-Joon Chang es un economista coreano que da clases en la Universidad de Cambridge, autor de varios libros ampliamente discutidos. En esta obra analiza las diferencias entre el dicho y el hecho del sistema capitalista, asuntos como la falsa globalización (que es efectiva solo para el capital, no para los trabajadores), los mercados libres (que rara vez hacen ricos a los países subdesarrollados), la planificación de la economía (todas las economías están planificadas centralmente en mayor o menor grado), la nacionalidad del capital (que fluye al país de origen del dueño de la empresa) o la economía del conocimiento (que, en realidad, sigue siendo principalmente manufacturera).

“Models. Behaving. Badly.: Why Confusing Illusion with Reality Can Lead to Disaster, on Wall Street and in Life”, de Emanuel Derman. Diríase que los economistas envidian la certeza y solidez de la física y las matemáticas. Desde la década de los cincuenta, las teorías económicas se han vestido de ecuaciones, teoremas y otros artificios numéricos para dar un aire de ciencia a una disciplina que, como la crisis financiera ha puesto de manifiesto nuevamente, tiene más de astrología que de astronomía. Emanuel Derman trabajó como analista cuantitativo para Goldman Sachs, desarrollando modelos económicos para ganar dinero con renta fija. En esta obra reflexiona sobre qué es un modelo y qué una teoría, qué precauciones hay que tomar cuando se utilizan modelos y en qué se diferencia la economía de ciencias como las matemáticas y la física. No es un libro técnico sino autobiográfico, con disquisiciones filosóficas que abarcan la política, la vida diaria, la física y la economía.

“Forecast: What Physics, Meteorology, and the Natural Sciences Can Teach Us About Economics, de Mark Buchanan. Otro libro que, como el anterior, muestra cuán desnudo va el emperador, y que para hacer verdadera ciencia se requiere algo más que prolijas ecuaciones. Mientras los economistas venden el libre mercado como una especie de máquina mágica que, dejada a su albur, es capaz de tomar todos nuestros deseos y preocupaciones y decirnos qué hacer, cuánto y a que precio, los ciudadanos de a pie sufrimos las consecuencias de las burbujas económicas que nacen y explotan continuamente. Sostiene Buchanan que los mercados comparten muchas características con sistemas físicos dinámicos y caóticos y que, por ello, los economistas podrían aprender mucho de la física que estudia dichos sistemas. En una analogía con el clima, Buchanan analiza cómo los economistas defienden sus propuestas como un camino hacia un día soleado sin fin, cuando lo cierto es que probablemente las nubes y las tormentas sean algo inevitable de la economía.

“The Numbers Game: Why Everything You Know About Football is Wrong”, de Chris Anderson y David Sally. Aunque no lo siga habitualmente, lo cierto es que el fútbol me gusta (serán reminiscencias de una infancia obsesionada con él). Mientras en Estados Unidos abundan las estadísticas deportivas, en Europa la recogida de datos como costumbre es un fenómeno más bien reciente. El análisis estadístico de dichos datos recogido por Anderson y Sally revela algunos hechos sorprendentes que contravienen el saber establecido, algo a lo que le dedicamos un artículo resumen en su día.

“La ola que arrasó España: ascenso y caída de la cultura del ladrillo”, de Guillermo Valcárcel. Obviamente, esta es una recomendación dirigida a aquellos españoles que vivieron la burbuja inmobiliaria y sufren actualmente sus consecuencias. El autor entrelaza en la narración la evolución de la política de vivienda (desde la era franquista hasta la actualidad) con sus recuerdos como jefe de obra desde los noventa. Es un libro interesante y entretenido que muestra los entresijos de la construcción, desde la especulación con el suelo a los chanchullos en la adjudicación de contratos por parte de las administraciones públicas, pasando por la vida diaria de la obra: los robos, los accidentes, las chapuzas, las bromas, la corrupción y un largo etcétera.

“El capital en el siglo XXI”, de Thomas Piketty. Un libro muy, muy denso que podría haberse resumido bastante. Lo he incluido en la lista principalmente por lo que significa y el debate que se ha generado en torno a él (tiene pinta de que se convertirá en un clásico). Lo que más me ha gustado es su perspectiva histórica, analizando la distribución de la riqueza remontándose varios siglos en el tiempo, algo permite apreciar tendencias eliminando parte del ruido. También he disfrutado su aproximación literaria a la economía, con referencias a obras clásicas para mostrar cómo se vivía y qué significaba ser rico en siglos pasados. Un trabajo concienzudo, controvertido y muy criticado que uno ha de leer para formarse su propia opinión.

“Doctored: The Disillusionment of an American Physician”, de Sandeep Jauhar. Estados Unidos gasta más dinero que ningún otro país en sanidad y, aún así, sus indicadores de salud están entre los peores de los países desarrollados. Este libro cuenta, a través de las memorias de un médico, todos los problemas que sufre el sistema sanitario norteamericano. Es lo que ocurre, me temo, cuando se deja la sanidad en manos privadas. Médicos que para ganarse la vida se ven obligados a hacer pruebas, pruebas y más pruebas, incluso en pacientes que no las necesitan o que corren bastante riesgo al someterse al procedimiento. Cirujanos que se niegan a operar para librarse de una posible demanda por negligencia o de una mancha en su historial. Facultativos que se dejan captar por las farmacéuticas para complementar sus ingresos. Etcétera. Es una obra muy personal, con las tribulaciones del autor descritas en detalle, sus problemas familiares y las historias de sus pacientes. Leerlo me trajo muchos recuerdos como trabajador de la sanidad, recuerdos que plasmé en un artículo.

“La paradoja de la globalización”, de Dani Rodrik. Dice Rodrik que entre globalización, democracia y soberanía nacional solo se pueden tener dos de tres. Si se quiere globalización y democracia, habríamos de renunciar a un gobierno nacional en favor de uno mundial. Si uno quiere mantener la soberanía nacional, o bien renuncia a la globalización e impone sus propias reglas, nacidas del proceso democrático (lo que puede hacer que las empresas no quieran hacer negocios en nuestro país), o se renuncia a dichas reglas nacionales y se acatan las impuestas por organizaciones como la OCDE, el Banco Mundial, el FMI, etc. Un libro muy interesante que muestra que no es oro todo lo que reluce, que en la economía global hay que desistir de ciertas ventajas si se quieren conseguir otras, y que pone de relieve las sombras y dudas que afectan a la globalización y, en general, a la teoría macroeconómica. Un autor que, para variar, reconoce los límites que existen en el conocimiento actual y no argumenta como si estuviera transmitiendo la verdad revelada, característica que escasea entre los que se dedican a la economía.

“¡Que vienen los lobbies! El opaco negocio de la influencia en España”, de Juan Francés. Dice un viejo aforismo –recogido en el libro– que hay dos cosas que es mejor no saber cómo se elaboran: las leyes y las salchichas. La obra empieza con una anécdota jugosa. El partido del gobierno redacta una proposición de ley. Cuando revisa las enmiendas propuestas por los otros grupos parlamentarios se da cuenta de que dos partidos han presentado exactamente la misma, punto por punto. ¿Cómo es eso posible? Resulta que la enmienda la había redactado uno de los grandes bancos españoles y se la había entregado a ambos partidos para que la presentaran como propia, cosa que estos hicieron sin cambiar ni una sola coma (algo muy habitual, parece ser).
Aunque la segunda parte del libro está centrada en España, la primera trata sobre los grupos de presión en aquellos países donde están más desarrollados, Estados Unidos y Reino Unido. Un libro imprescindible para entender la política actual y cómo y por qué los lobbies transforman el sistema democrático de «una persona, un voto» en uno de «un dólar, un voto».

“Thinking In Numbers”, de Daniel Tammet. Me encanta el estilo de Tammet, tan sencillo y elegante, mezcla perfecta de literatura, matemáticas y apuntes personales. Disfruté mucho su autobiografía Nacido en un día azul, lo que hizo que me animara a leer este, que no dejaba de aparecer en las listas de libros recomendados del año. Si bien los primeros capítulos no me cautivaron especialmente, en conjunto es un libro muy hermoso, curioso e interesante, con reflexiones únicas de una persona que ve el mundo con unos ojos muy diferentes.

“The Guinea Pig Diaries”, de A.J. Jacobs. Hace unos años ya les recomendaba otro libro de este autor, aquel en el que se leía la Enciclopedia Británica de la A a la Z. En cada capítulo de este otro libro, Jacobs realiza un experimento consigo mismo durante treinta días: no contar mentiras, hacerse pasar por una chica guapa en un portal de citas, no hacer más de una cosa a la vez, asistir a los Oscar suplantando a un actor famoso, vivir racionalmente... En el capítulo final describe los treinta días que vive como esclavo de su mujer, haciendo absolutamente todo lo que esta le pide, sin rechistar. Jacobs es muy ingenioso y hace reír continuamente (al menos a mí). Muy entretenido.

“GDP: A Brief but Affectionate History”, de Diane Coyle. Políticos, economistas y cuñados han convertido el PIB en un número fetiche, una especie de dios sacroprofano al que se han de ofrecer continuos sacrificios para que crezca mucho y continuamente, con la promesa de un mundo mejor. Este breve escrito narra la historia del PIB, concepto nacido durante la II Guerra Mundial para planificar el esfuerzo bélico, así como su evolución desde entonces, su definición y los problemas que supone calcularlo. Cuenta lo que mide y lo que no, y cómo son necesarios indicadores alternativos para medir el bienestar social y «la economía» en una época de servicios donde muchos de ellos son gratuitos (como Google) o proporcionados por el gobierno, y cuya contribución no puede medirse como quien cuenta pares de zapatos producidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario