domingo, 17 de octubre de 2010

El otro dardo en la palabra (II)



Sigo recordando viejos tiempos con otra entrega de mi dardo en la palabra. Me alegro de conservar estas cartas, me recuerdan lo mucho que me he echado a perder (he perdido bastante vocabulario).


"Mi leída golosina:

Vuelvo a la carga con el lenguaje. Aún no sé por qué escribo sobre esto, tendré que investigarlo. Sólo sé que mis agrestes profesores logran desviar mi atención de lo que dicen a cómo lo dicen. Creo que ven demasiada televisión, escuchan demasiados programas deportivos por la radio o, simplemente, se les retiró la lactancia lingüística antes de tiempo.

El primer caso se hace evidente cuando se ponen serios, e intentan expresar obligación diciendo "debemos de hacer" esto o lo otro, "como debe de ser", etc.. Incluso personas de prez y verdaderos egregios repiten esta memez, quedando así como un bato cualquiera. Habrá que recordarles que "deber de" indica duda, posibilidad o probabilidad; y que "deber", sin la preposición "de", indica obligación. Esto deben aprendérselo.

Tanto si ven demasiada tele, como si escuchan a demasiados locutores deportivos, se les ha contagiado la estulticia de usar palabras más largas para no parecer sandio. Esa anomia hace que hablen de la problemática, en lugar de hablar simplemente del problema (será que la problemática suena más complicada y profesional); buscan profesorado en vez de profesores (por lo visto los profesores son como las latas de refresco, que vienen en lotes); las personas hemos pasado de no ser creíbles ni darse crédito a nuestras palabras, a no tener credibilidad; y mil ejemplos más...

Los medios de comunicación también son culpables de que mis profesores utilicen las modernas palabras baúl de la neolengua. Así, para imitar a sus héroes periodistas, hablan de usuarios. Sólo de usuarios. El cliente es ahora usuario de nuestra aplicación, el viajero lo es del metro o el autobús, el paciente lo es del hospital, los conductores lo son de las carreteras y las plazas de aparcamiento, etc, etc.. ¿Habrá algún día tumbas con calefacción para comodidad de sus usuarios?

Por no hablar de los neologismos. Paco, escribidor más que escritor, hablaba del "staff" refiriéndose a lo que, en román paladino, es un equipo. Medrados estamos con él este año.

Finalmente, si, como he dicho, se les retiró la lactancia lingüística antes de tiempo, haré un ejercicio de autocontrol cada vez que oiga (¿o escuche?) cosas como "oyes, no digas eso", "ves y tráemelo" y demás dislates atinentes al modo imperativo.

En fin, que me voy a la cama de una vez. Sic transit gloria mundi.

Besos y abrazos."