He's somebody who takes an idea and says to himself: «what if this explained literally everything?». And he pushes it to the most extreme imaginable formulation. Long often most people will have jumped off the train, he's gonna be driving it off into the sunset. [...] Most of the ideas [...] are useful up to a point. But beyond a certain point start to become problematic. And it's very hard to see what that point is, unless you're willing to go beyond it. And so there's the certain kind of thinking, precisely because they're so philosophically fanatical that they really believed in the core of their beings that this idea explains absolutely everything, that they play our for us, the consequences of taking the idea further than anybody's comfortable with, even though it's an idea that on some dimension and up to a certain point, most people are gonna wanna embrace. And so, it helps us think about the limits of possibility of an idea.La idea que Bentham llevó al extremo fue el utilitarismo, la convicción de que todo lo que hacemos y pensamos, así como lo que deberíamos hacer y pensar obedece a un único principio, a saber, que estamos gobernados por el placer y el dolor:
[N]ature has placed mankind under the governance of two sovereign masters, pain and pleasure. It is for them alone to point out what we ought to do, as well as to determine what we shall do. On the one hand the standard of right and wrong, on the other the chain of causes and effects, are fastened to their throne. That's the throne of pleasure seeking and pain avoidance. They govern us in all we do, in all we say, and in all we think. Every effort we can make to throw off our subjection, that's our subjection to the sovereign masses of pleasure and pain, will serve but to demonstrate and confirm it. In words we may pretend to abjure their empire, but in reality, he will remain subject to it all the while, the principle of utility recognizes this subjection, and assumes it to be a foundation of that system, the object of which is to rear the fabric of felicity by the hands of reason and law. Systems which attempt to question it deal in sounds instead of senses, in caprice instead of reason, in darkness instead of light.La historia de la filosofía es pródiga en grandes ideas que tratan de explicarlo todo, especialmente (opino yo) en ética y política. Tenemos, verbigracia, el materialismo histórico de Karl Marx y sus consecuencias para el capitalismo y el comunismo, la posición original de Rawls tras el velo de ignorancia (¿qué reglas crearían las personas para vivir en sociedad si desconocieran qué lugar van a ocupar en el mundo?) o la evolución del estado mínimo de Nozick (¿cómo se organizaría la gente para salir del estado de la naturaleza en el que todos luchan contra todos?).
Foto de Rich Holoch |
Bajo el epígrafe «ideas extravagantes» me propongo tomar ideas chocantes e imaginar cómo sería el mundo con ellas vigentes. ¿Qué pasaría si los empleados rasos de la empresa tomaran todas las decisiones? ¿Qué pasaría si niños de todas las edades pudieran comprarse y venderse? ¿Qué pasaría si se ejecutara a los políticos al acabar la legislatura cuando lo han hecho mal? Etcétera. A primera vista parecen descabelladas pero hay quien se ha molestado en desarrollar sesudas argumentaciones para responder a estas preguntas.
Obviamente, esta sección no es más que un pasatiempo especulativo, pues es imposible predecir el comportamiento exacto de la gente. Aún así, discurrir sobre ideas extremas puede ayudarnos a entender mejor un problema. Además, hay cosas que algunas sociedades damos hoy por sentadas que fueron en su día ideas extravagantes, tales como la igualdad de los negros, el voto femenino o el seguro por desempleo.
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